miércoles, 16 de febrero de 2011

Y AQUÍ ESTAMOS DE VUELTA… DE LAS MERECIDAS Y BELLAS  VACACIONES QUE NOS OBSEQUIAMOS LAS DOS….

¿Dónde estuviste Lily?  --- En Mar del Plata, disfrutando de esas fantásticas playas. Y vos Pato?  --- Yo, en Las Toninas acaparando todo el sol y el mar.
 Bueno, ahora a lo nuestro…. A seguir pensándonos…….

Hoy vamos a volcar nuestra interpretación sobre un tema que desarrolla la hermosa Marienne Williamson de su libro “Regreso al amor”, basado en sus reflexiones sobre “Un Curso de Milagros” (no tiene nada que ver con ninguna religión, son reflexiones diarias para aprender a amarnos y el milagro aparece cuando al transformar nuestra percepción sobre los demás todo se transforma en otra “realidad”, volviéndonos más amorosos).

Sobre las relaciones que tenemos con el otro, descubrimos cuan “santa” es esa relación a partir de la manera en que consideremos al otro, nos estamos considerando a nosotros. O sea que, de la forma en que pienso del otro, de alguna manera es lo que pienso también de mí (ej: pienso que el otro es desprolijo por que deja todo tirado, y lo juzgo. ¿En qué parte de mi vida yo lo soy y no lo veo? … Yo Patricia, me declaro desprolija con el manejo del dinero. Yo Lily, me declaro desprolija con los papeles del escritorio.)

Tal cómo “trate” al otro, me estaré tratando a mi mism@. (ej. Cuando descalificamos a alguien  --“sos un desordenado!!!!!!”….., ¿qué parte de nuestro ser estamos descalificando y por ende tratándonos mal??????.  Yo Pato me descalifico cuando no ordeno mi semana laboral y me enojo con esa actitud. Yo Lily me descalifico cuando tengo desordenada la agenda y me enojo cuando no encuentro lo que busco.

O sea que está bueno recordar que,  acorde a la relación que establezcamos con el otro, o nos encontraremos a nosotros mismos o bien nos rechazaremos a nosotros mismos, “ya que siempre aprendemos lo que hemos elegido enseñar, por que el otro es nuestro espejo”.

Con mucho amor nos seguimos pensando, Lily y Pato.

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