LOS LOGROS A TRAVEZ DE LOS PENSA-MIENTOS POSITIVOS

La mente no puede tener dos pensamientos opuestos a la vez, por lo tanto ante un pensamiento positivo anula  los negativos.

Cómo la mente no sabe si es real o imaginario lo que estamos pensando, al modificar el pensamiento, cambiamos lo que sentimos, hacemos y decimos.

Hagan la siguiente prueba: cierren los ojos, imaginen un limón, toquen su textura y lo aceitoso de su cáscara, huelan su aroma. Agarren un cuchillo y córtenlo en gajos, tomen uno y llénenselo a la boca, muérdanlo, y traguen. Ahora procuren describir todo lo que sintieron.  Les pareció increíble la experiencia? Así es cómo trabaja la mente en todos los aspectos y circunstancias. Nunca sabe si lo que ocurre es en realidad o es parte de la imaginación.

Esto incluye los sentimientos y emociones que experimentamos cuando decodificamos lo que está ocurriendo en el exterior, por los creencias que tenemos internalizadas.

La auto corrección de los reflejos grabados en el preconsciente, es el trabajo que debemos llevar a la conciencia a través del pensamiento y sentimientos, con hábitos positivos. Así será absolutamente imposible atraer algo que no encuentre su correspondencia en nuestro interior.

Conny Mendez, dejó un decálogo para ayudarnos a mejorar nuestra vida, y dice:

• Buscar siempre el bien en cada situación.
• Definitivamente darle la espalda al pasado. Vivir únicamente en el presente.
• Perdona a todos, sin excepción, sin importar lo que hicieron. Perdonémonos de todo corazón por todo lo que le hicimos a los demás.
• Considera todo lo que haces cómo algo sagrado, hasta lo más mínimo.
• Mantén tu cuerpo y el ambiente que te rodea en forma armoniosa.
• Da servicio a los demás desde el amor.
• Haz conocer a los demás que el Amor es lo más importante.
• Evita, incondicionalmente la crítica, a escucharla o apoyarla.
• Medita diariamente.
• Ante una dificultad, respira, cálmate y confía en un Poder Superior, que está  ayudándote a encontrar la mejor solución.

A través de la toma de conciencia del poder que le había dado a mi mente y el manejo que ella ejercía sobre mis reacciones, pude entender que no estaba controlando mi vida. Empezar a modificar la forma de interpretar lo que ocurría afuera, más allá de cómo lo veía mi ego, fue el principio del cambio. Leer los ejercicios que debía llevar a cabo para mejorar mi realidad no eran suficiente, sólo lo fue cuando los puse en práctica, y pude experimentarlos. Asumí que soy responsable de cada uno de mis actos, sus consecuencias en un 100%  y que no debo culpar a los demás de los sucesos que acaecen en mi vida.

Este es el trabajo cotidiano que nosotras dos realizamos con perseverancia, pues queremos lograr nuestra sanación emocional.

Con amor nos seguimos pensando y modificando, Lily y Pato .

ACTITUDES Y ACCIONES QUE NOS CONDICIONAN

LA PREOCUPACIÓN:  

Es una actitud por demás ensalzada socialmente, pero gran generadora de stress, mal humor, contra- tiempos, ansiedad, angustia, culpa, critica, etc.

La mente tiene la costumbre de hacernos ver, a través de los pensamientos que produce,  que los acontecimientos son más importantes de lo que realmente son. Eso, es lo que nos lleva a creer que “debemos preocupamos”,  provocándonos energéticamente temor y desconfianza de que no podremos hallar las soluciones y actitudes adecuadas, iniciando de esta manera, un interminable circuito de preocupación.   

Lo ideal sería, en vez de pre-OCUPARNOS,   OCUPARNOS  de encontrar alternativas diferentes para las situaciones que se nos presenten.

EL PRONOMBRE “YO” LIMITANTE:

Somos nuestro mayor enemigo cuando repetimos:  “yo no soy capaz”, “yo no podré”, “yo no soy inteligente”, “yo no soy flaca”, “yo soy un fracasado”, “yo no tengo suerte”, etc.

Pensándolo o diciéndolo, lanzamos una energía negativa que confirma lo que manifestamos e impide que se realice aquello que deseamos.

Cada pensamiento se transforma en un decreto a través de la palabra emitida,  por eso “debemos” cuidar con qué alimentamos nuestra mente.
Con amor y paciencia, nos seguimos pensando, Lily y Pato.

Agradecemos a todos los siguientes autores que nos han provocado la curiosidad de pensarnos y efectuar cambios en nuestras actitudes cotidianas, siendo ellos:

Silvia Freire, L. Hay, P. R. Gerula, Dr. Chopra, Conndy Mendez, Isha, R. Perez, Ramtha

Eckhart Tolle, W. Dyer, Dr. Ruiz, , Dr. Bonomi, Osho, Dr.C. Cruz, Ester y J. Hicks, W.Riso, J. Dispenza, por nombrar algunos.
Todo lo que volcamos en esta página, es fruto de nuestras interpretaciones personales sobre lo que hemos leído, escuchado en conferencias y visto en videos.

EXPRESIONES QUE USAMOS Y NOS CONDICIONAN DE FORMA NEGATIVA

La palabra más perjudicial y destructiva, cuando se la usa de forma incorrecta es:      El NO.

Destruye, limita, paraliza, preparándonos para el fracaso.

 Cuando decimos por ej:  

  “NO quisieras….. ¿?”, “NO me alcanzas… ¿?”, “NO me querés…¿? “NO me das…¿? ,

anteponemos una negación a una afirmación, provocando confusión en la comunicación.  Estamos dudando de lo que queremos o si lo podemos conseguir, logrando del interlocutor,  que nos dé una respuesta negativa.

El hábito de pensar en negativo, obtiene respuestas negativas.

Otras palabras que destruyen, limitan, paralizan y nos preparan para el fracaso, son: terrible, horroroso, me muero, fatal, jamás, difícil, no podés, etc.

Estas expresiones están impresas en la cultura, condicionándola a educar de forma negativa.

Otras manifestaciones negativas que condicionan son: la crítica, la preocupación, y el pronombre “yo” usado en forma limitante.

La crítica:   vocación innata del ser humano (adquirida de los referentes de la infancia),  acostumbra sólo a ver la equivocación en los demás.  

El que critica, se cree dueño de la verdad absoluta, creyendo tener toda la razón. Sólo ve y adjudica los defectos en los otros.

A partir de sus pensamientos, sentimientos, palabras y acciones, cada persona, se transforma en esa misma cualidad negativa con que está describiendo al semejante.

Hasta la próxima entrega, nos seguiremos pensando. 

Con muchísimo amor… Lily y Pato

EL PENSAMIENTO NEGATIVO SE CONVIERTE EN MIEDO

El sentimiento que está detrás de todos los pensamientos negativos, es el miedo.

Fuimos educados en pensamientos de miedo que los grabamos en el preconsciente. La palabra que pronunciamos, es el pensamiento hablado que se transforma en un decreto, que se manifiesta en el exterior.

Una vez grabado un pensamiento negativo, para la mente no es ni bueno ni malo, simplemente es, pues no distingue la diferencia entre lo real y lo ficticio.

Esos pensamientos negativos que se fueron trasformando en decretos, los hemos ido incorporando desde la infancia a partir de lo escuchado, dado su forma de interpretar la vida,  por los padres, familiares, maestros, y agravado por lo que dicen los diarios y la televisión.

Aceptamos esos dichos de las figuras de autoridad, que representaban para el niño voces incuestionables, que lo condicionó a actuar en forma automática.

Esos decretos podemos reconocerlos en frases populares que todos utilizamos.

Ej: No hagas esto por que:

      Sos un torpe     (miedo a hacer y a ser diferente)

      Te podes lastimar     (miedo a correr riesgos)

      No entiendes    (miedo a investigar y a la propia capacidad de

                                                 entendimiento)

      Porque Dios te castigará     (miedo a Dios)

      Me estás cuestionando!!     (miedo al castigo y al propio criterio)

Esas acumulaciones de energías negativas ajenas y condicionantes, afectan nuestra vida, cuerpo y mente. De no haber aceptado esos decretos, nuestro preconsciente, ayudado por el libre albedrío de escoger, aceptar y rechazar, abríamos actuado sin miedo.

Con amor nos seguimos pensando, Lily y Pato.