LA PREOCUPACIÓN:
Es una actitud por demás ensalzada socialmente, pero gran generadora de stress, mal humor, contra- tiempos, ansiedad, angustia, culpa, critica, etc.
La mente tiene la costumbre de hacernos ver, a través de los pensamientos que produce, que los acontecimientos son más importantes de lo que realmente son. Eso, es lo que nos lleva a creer que “debemos preocupamos”, provocándonos energéticamente temor y desconfianza de que no podremos hallar las soluciones y actitudes adecuadas, iniciando de esta manera, un interminable circuito de preocupación.
Lo ideal sería, en vez de pre-OCUPARNOS, OCUPARNOS de encontrar alternativas diferentes para las situaciones que se nos presenten.
EL PRONOMBRE “YO” LIMITANTE:
Somos nuestro mayor enemigo cuando repetimos: “yo no soy capaz”, “yo no podré”, “yo no soy inteligente”, “yo no soy flaca”, “yo soy un fracasado”, “yo no tengo suerte”, etc.
Pensándolo o diciéndolo, lanzamos una energía negativa que confirma lo que manifestamos e impide que se realice aquello que deseamos.
Cada pensamiento se transforma en un decreto a través de la palabra emitida, por eso “debemos” cuidar con qué alimentamos nuestra mente.
Con amor y paciencia, nos seguimos pensando, Lily y Pato.
Con amor y paciencia, nos seguimos pensando, Lily y Pato.
Agradecemos a todos los siguientes autores que nos han provocado la curiosidad de pensarnos y efectuar cambios en nuestras actitudes cotidianas, siendo ellos:
Silvia Freire, L. Hay, P. R. Gerula, Dr. Chopra, Conndy Mendez, Isha, R. Perez, Ramtha
Eckhart Tolle, W. Dyer, Dr. Ruiz, , Dr. Bonomi, Osho, Dr.C. Cruz, Ester y J. Hicks, W.Riso, J. Dispenza, por nombrar algunos.
Todo lo que volcamos en esta página, es fruto de nuestras interpretaciones personales sobre lo que hemos leído, escuchado en conferencias y visto en videos.
Todo lo que volcamos en esta página, es fruto de nuestras interpretaciones personales sobre lo que hemos leído, escuchado en conferencias y visto en videos.
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