miércoles, 23 de noviembre de 2011


"LA ENFERMEDAD COMO CAMINO II”

Cada vez que se presenta un síntoma en el individuo, éste es una señal que atrae la atención, interés y energía que al manifestarse impide la vida normal, ya que el cuerpo está hablando y reclama atención.
Al presentarse, nos parece que viene desde “afuera” y queremos como único objetivo eliminar la molestia que nos produce, ya que no deseamos ser molestados ante cualquier circunstancia. Esto genera que empiece una lucha con el síntoma que exige atención y dedicación, por lo que consigue que estemos siempre pendiente de él.
En este libro, los autores se detienen en explicar que el síntoma nos está hablando de algo más profundo, una anomalía que nos obliga a hacer una indagación más honda y nos dan como ejemplo lo siguiente: “si en un auto se enciende una luz avisando que algo anda mal (síntoma), sería absurdo simplemente quitar la lamparita, lo que debe hacer el mecánico es ver cual es el motivo por el cual se encendió”.  Por lo tanto, lo que nos pretenden enseñar es que:  “ante cada síntoma hay una explicación análoga de lo que tenemos que curar en la conciencia, pues algo nos esta faltando y para reconocer esto, se produce la “enfermedad” (se enciende la lamparita).
La “enfermedad” es un estado que indica, que el individuo, en su conciencia, ha dejado de estar en orden o armonía.
Esta pérdida de equilibrio interno se manifiesta en el cuerpo en forma de síntoma.
Cuando comprendemos los humanos, la diferencia entre “enfermedad” y “síntoma”, nuestra actitud básica y la relación con la “enfermedad” se modifica rápidamente. El síntoma ya no lo consideramos como un gran enemigo, al cual, hay que destruirlo prioritariamente, sino que descubrimos en él a un aliado que nos ayuda a encontrar lo que nos falta y así vencer la “enfermedad”.
El “síntoma” es un maestro y la “enfermedad” no tiene más que un fin, nos ayuda a subsanar nuestras faltas y nos hace sanos.
El síntoma puede ayudarnos a aprender lo que nos falta, pero para entenderlo, tenemos que reaprender su lenguaje que es psicosomático, es decir, sabe la relación entre el cuerpo y la mente.
Si nos atrevemos a prestarle atención y establecer comunicación, los síntomas, serán guías infalibles en el camino de la sanación.
El cuerpo nunca está sano o enfermo, ya que en él sólo se manifiestan las informaciones de la mente. El cuerpo no hace nada por si mismo, sino que lo hace a través de la conciencia. Entonces la conciencia, es al cuerpo, lo que un programa de radio al receptor, es decir, se basa  en todo lo que le  informan.

Como siempre, agradecemos a los autores por tanta información diferente y valiosa con la que seguiremos trabajando en lo personal y deseando que les sea de utilidad a vosotros. Continuaremos….
Con amor, nos seguimos pensando, Lily y Pato.

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