martes, 31 de enero de 2012


LA ENFERMEDAD COMO CAMINO IV

POLARIDAD Y UNIDAD II:

La polaridad de nuestra conciencia la experimentamos en la alternancia de dos estados que se distinguen claramente uno de otro: la vigilia y el sueño. Esto lo experimentamos como correspondencia de la polaridad interna con la externa de la naturaleza que es: día y noche. Por lo tanto hablamos corrientemente de un estado de conciencia diurna (estado consciente) y un estado de conciencia nocturno (estado inconsciente, en realidad estado diferente).
Esto nos lleva muchas veces a estar muy identificados con la parte conciente (personalidad) y descartamos la parte inconsciente, que nos resulta extraña y, que por consiguiente, generadora de angustias, que puja por ser escuchada (sueños, intuiciones, premoniciones).
La conciencia humana tiene su expresión física en el cerebro, atribuyéndose a la corteza cerebral, la facultad específicamente humana del discernimiento y el juicio. Por lo tanto no es de extrañar que la polaridad de la conciencia humana se refleje en la anatomía misma del cerebro:  
Hemisferio derecho e  izquierdo, que se diferencian claramente por sus funciones, capacidades y respectivas responsabilidades:
 El izquierdo,  es el hemisferio verbal (lógica, estructura del lenguaje, lectura, escritura, descifrar analítica y racionalmente todos los estímulos de esta área, piensa en forma digital: es el encargado del cálculo, numeración y de la noción del tiempo.
En el hemisferio derecho encontramos todas las facultades opuestas. Permite la visión de conjunto de ideas, funciones y estructuras complejas, concibir un todo,  estructura elementos lógicos (conceptos superiores, abstracciones) que no existen en la realidad. Pensamiento analógico y el arte para utilizar los símbolos. Genera fantasías y sueños de la imaginación y desconoce la noción del tiempo.
Los dos hemisferios se comunican por el cuerpo calloso.
La polaridad humana se refleja en la preferencia con que las personas se identifican con un polo más que con el otro, buscar el equilibrio es buscar la unidad (TODO-UNIDAD).
El hemisferio izquierdo es yang, positivo, masculino, activo, supraconciente y corresponde al símbolo del sol y lado diurno del individuo y rige el lado derecho del cuerpo, es decir, el activo y masculino.
El hemisferio derecho es  yin, negativo, femenino, pasivo, corresponde al principio lunar, inconsciente del individuo, rige el lado izquierdo del cuerpo, es decir, lo pasivo y femenino.
Es fácil imaginar lo incompleto que estaría el individuo si sólo tuviera en funcionamiento uno de los hemisferios del cerebro.

Amigos divinos, nos pareció interesante esta interpretación sobre la polaridad que rige a la naturaleza humana y que tantas diferencias  genera cuando no entendemos que somos seres polares.
Con amor nos seguimos pensando, Lily y Pato.

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